Esta planta conocida como “amapola” (Hibiscus Rosa-Sinensis), es originaria de Asia tropical, ideal para ubicar en los jardines, ya que su floración se da abundantemente durante todo el año. Las flores son de gran tamaño, con forma de campana y muy vistosas. Es un arbusto que puede alcanzar los cinco metros de altura si se planta en un jardín y dos metros si es en maceta, también es muy longevo, puede llegar a vivir 40 años si se dan las condiciones ideales, como abundante riego y luz solar directa.
Existen muchas variedades de esta flor pero se catalogan en 2 grupos fundamentales, Hibiscus Tropicales o Hibiscus Resistentes. Los hibiscus tropicales son aquellos originales y endémicos de climas tropicales, sus flores son de gran tamaño, duran un día y son poco resistentes al frío.
Los hibiscus resistentes, son variedades híbridas que se han ido creando para la adaptación a climas más fríos, las flores son más pequeñas, duran más tiempo y resisten el calor y el frío.
Las flores del Hibiscus también son comestibles, con propiedades medicinales (vitamínicas, tónicas, laxantes, digestivas, diuréticas y balsámicas)
Se puede consumir caramelizada en almíbar o en infusión con un par de flores secas o tres, por cada 250 mililitros de agua.